Galicia, Ojalosas y otras drojas que me metieron en el colacao

Aquí estoy, una vez más. Sorprendentemente sobreviví al viaje a Galicia. Y digo sorprendentemente porque cuando me reuno con las personas con las que me reuní en Galicia pasan cosas raras... Y cosas raras pasaron, en la amabiliiiisiiiiimaaaaa casa de Cris (nunca podré agradecer todo lo que hicieron por nosotras) se rompió no sé qué cosa del agua, una mampara de ducha, el microondas etc... Lo peor fue cuando se estropearon los semáforos de la vía férrea y tardamos 2 horas más de lo previsto en llegar de Vigo a Santiago. Más allá de las cosas malas que pasaron, todo fue bueno como suele ocurrir cuando nos juntamos las Ojalosas.

Toda Galicia es un paraíso para vivir... Empezando por la ciudad que nos acogió, Santiago de Compostela y su maravillosa catedral (aunque no quisieron honrarnos con el botafumeiro). Las Fragas do Eume (de donde es la fotografía que da color a esta entrada), una preciosidad natural como nunca había visto y una ruta de senderismo que me pareció genial. A Coruña, con su preciosa Torre de Hercules y sus alrededores... muy bonito también (¡¡No diré nada del tranvía!!) Las islas Cíes, otro paraíso natural donde el agua está tan tan fría que comprendo cómo murieron tan rápido los del Titanic y dónde ví con mis propios ojos el fenómeno de las mareas, que me dejaron anonadada. Y más y más y más ojalosas. Y más planes. Y más iniciativas. Y muchas más ganas de volver a estar con ellas. Y deseando ganar dinero para recorrernos el mundo poco a poco. Y, como siempre... probando suerte con ser ricas. De momento esto último no pudo ser, pero esperemos volver a intentarlo cuanto antes.
Gracias y hasta otra. Ahora si que si... Nos vemos en los foros :)