Chicago, el musical

Ayer fue otro de esos días de disfrutar de un musical que tanto me gustan a mi. La verdad es que no había visto la película de Chicago y sólo tenía una ligera idea de qué trataba el musical así que fui esperando enterarme bien.
El escenario es bastante cutre, pero no hace falta más en este musical. Hay muy pocos metros en los que los actores se pueden mover porque hay una "platarforma" donde se encuentra la orquesta, de la que el director también participa en algunas escenas presentando actuaciones, personajes o interactuando con ellos.
Lo único que usan son sillas, los focos tienen gran importancia en esta obra pero la realidad es que es perfecto.
Resalto la actuación de Carlos Lozano, malísima. Vale que es famoso pero prefiero un desconocido que cante algo a un conocido que suelte gallos. Aún así me hacía gracia, así que lo perdono que me gustó mucho el número de "Lo que importa es el amor" con las chicas con las plumas.

No me esperaba todo lo que me reí en la obra (yo ultimamente me espero todo muy dramático, por lo visto) pero sí, algunas cosas me hicieron mucha gracia como el número en el que las presas cuentan sus delitos y dicen cosas como "...y se cayó sobre mi cuchillo ¡¡Diez veces!!"
No me gustó mucho el número de Sunshine, cantando en plan ópera porque no entendía NADA y me aburrí mucho en esa parte. Sin embargo, luego, cuando comenta algunas cosas con esa vocecita si que me hacía mucha gracia.

Las dos protagonistas, Roxie y Velma, me gustaron mucho, pero tampoco nada impresionante. La verdad es que este musical me ha gustado mucho por lo que es la historia, la música y los bailes pero las actuaciones no eran nada del otro mundo.

Y así, añadí un musical más a mi lista de espectáculos que he visto y que espero que siga  aumentando.